EL PROTOCOLO PARA LA ELIMINACIÓN DEL COMERCIO ILÍCITO: UNA DERROTA PARA LA INDUSTRIA TABACALERA; UN TRIUNFO PARA LA SALUD PÚBLICA
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(GENEVA) Hoy, después de cinco años de negociaciones e intentos persistentes de la industria tabacalera de interferir, 147 países acordaron el borrador de un protocolo internacional para eliminar el comercio ilícito del tabaco, que será presentado a la quinta Conferencia de las Partes del CMCT, el próximo mes de noviembre en Corea del Sur. El Protocolo de comercio ilícito de los productos del tabaco, es parte del primer tratado global de la salud pública (conocido formalmente como el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de Salud CMCT), e inicia una coordinación internacional para asegurar y penalizar a los responsables del comercio ilícito, desarrollando un sistema global para localizar y seguir los productos de tabaco a lo largo de la cadena de suministro, con el objetivo principal de proteger la salud pública del comercio ilegal.
El dinero y las vidas de muchos fumadores y no fumadores estaban en juego durante las negociaciones del Protocolo. El comercio ilícito que cuenta con aproximadamente un décimo de las ventas totales de los cigarrillos a nivel global, alrededor de 600 billones de cigarrillos, socava las medidas de la Convenio Marco, genera grandes ganancias para los contrabandistas y los fabricantes de tabaco, y cuesta a los gobiernos billones de dólares por los gastos de salud pública.
Mientras el mundo se une para implementar el CMCT y terminar la epidemia mortal del tabaquismo, el comercio ilícito abre y amplía mercados, expandiendo la adicción y la enfermedad globalmente. Es la consecuencia de inundar los mercados con los productos baratos del tabaco. El impulso para la cooperación internacional se hizo aún más evidente después de una serie de casos a lo largo de las últimas dos décadas, que encontraron que las grandes tabacaleras son cómplices en el comercio ilícito de sus propios productos, burlando el pago de impuestos para productos como Marlboro de PMI, Dunhill de BAT, y Mild Seven de JT.
Dado la complicidad continua del comercio ilícito y su conflicto de interés inherente e irrenconciliable con los intereses de la salud pública, los delegados confirmaron que el protocolo debe reafirmar una salvaguardia clave, el artículo 5.3 de la CMCT, que protege las políticas de salud pública de la interferencia de la industria tabacalera. Sin embargo, la industria, desde el principio de las negociaciones del Protocolo, ha intentado socavar el progreso desarrollando relaciones cercanas con los gobiernos, asegurando en algunos casos una representación en las delegaciones, invitando a los delegados a reunirse con los representantes de la industria tabacalera durante las negociaciones, y entrando en acuerdos problemáticos y no transparentes con los gobiernos.
El convenio entre la Unión Europea y las grandes corporaciones del tabaco en particular ha influido el ambiente de las negociaciones y ha hecho que los delegados expresen sus preocupaciones. Los amigos de los Acuerdos con la Industria, parecían más preocupados en lograr proteger estos convenios en vez de enfocarse en las provisiones claves para controlar el comercio ilícito y proteger la salud pública. El convenio de la UE estimula la coordinación directa con la industria para tratar el comercio ilícito, parecido al sistema desarrollado por Philip Morris Products, promocionado con el nombre Codentify, que deja a la industria con el control para monitorear sus propios productos a lo largo de la cadena de suministro. Este sistema de localización y seguimiento es aprobado por BAT y JTI, y básicamente deja que la industria se vigila a si mismo.
Otras regiones, notablemente África, han unido sus esfuerzos a lo largo de las negociaciones para eliminar las referencias en el protocolo a estos acuerdos inapropiados, que plantean problemas para hacer que la industria sea responsable por su papel en el comercio ilícito. Con este fin, las Partes también reafirmaron la obligación de priorizar la salud pública sobre los intereses comerciales, al incluir medidas de transparencia y excluir las provisiones que enfocaban en proteger la propiedad intelectual de las tabacaleras.
“Por casi cinco años, la industria tabacalera ha luchado a lo largo de estas negociaciones en un intento de socavar el progreso, frustrar la salud pública y vigilarse a si mismo con respecto al comercio ilícito,” dijo John Stewart, Senior Organizer de Corporate Accountability International: El texto del protocolo refleja la resolución de los delegados de mantener el espíritu y la letra de la CMCT y enfrentar juntos la industria.”
Estas negociaciones exitosas, resultado de un consenso sobre provisiones fuertes para combatir el comercio ilícito, ahora impulsarán a las Partes del CMCT a considerar la aprobación del protocolo en su próxima Conferencia de las Partes de Noviembre en Corea del Sur. Una vez adoptada por la CMCT - COP, las Partes pueden empezar el proceso de ratificación del Protocolo.
Yul Francisco Dorado, Director en América Latina de Corporate Accountability International, anotó que esta es una victoria importante para la salud pública, pero la sombra de las tabacaleras se cierne sobre la implementación de las medidas que salvan vidas del CMCT: “Aunque la ratificación del Protocolo será un gran avance para la salud pública, la mayor amenaza a su implementación todavía es la interferencia de la industria. Lo que necesitamos ahora es la voluntad política de los gobiernos para implementarlo.
Corporate Accountability International, antes Infact, es una organización que protege a las personas, librando y ganando campañas que desafían las acciones corporativas irresponsables y peligrosas en todo el mundo. Por casi 35 años, la organización ha obligado a empresas como Nestlé, General Electric y Philip Morris/Altria, a poner fin a una serie de abusos. Corporate Accountability International es una organización no gubernamental con relaciones oficiales con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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