En su intervención frente a la Conferencia de las Partes, el delegado de México Dr. Eduardo Jaramillo informó que el nuevo gobierno (2006-2012) ha procedido a cancelar, en todos sus términos y de manera definitiva e irrevocable, el acuerdo que se había suscrito con la industria tabacalera en 2004 durante la administración anterior.
Esta acción se tomó para retomar el espíritu del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), anteponiendo el valor de la salud de la población de México por encima de otros intereses y evitar la interferencia de la industria tabacalera a la implantación de medidas efectivas para disminuir el consumo y la exposición al humo de tabaco.
Para demostrar esta decisión, el Congreso aprobó un incremento del 30% en los impuestos especiales a la producción y servicios (IEPS), el cual alcanzó 140% del costo de producción que, unidos con el 15% del impuesto al valor agregado en el momento de su venta, constituyen cerca de 56% del precio que paga el consumidor.
Una cajetilla de Malboro o Camel, las marcas más vendidas, alcanza un valor de aproximadamente la mitad del salario mínimo, equivalente a cuatro horas de trabajo diario. Los impuestos al tabaco no se habían modificado desde la firma de ese acuerdo con las tabacaleras.
Finalmente, el Dr. Jaramillo expresó la posición de México de apoyar sin cambios los lineamientos para la implantación del Artículo 8 respecto a los espacios libres de humo de tabaco desarrollado por el grupo de expertos.
Indicó también el apoyo de México al establecimiento inmediato de un órgano de negociación para la instrumentación de un mecanismo de control del comercio ilícito según se prevé en el Artículo 15.
Se estima que este mecanismo puede significar que por cada dólar que se invierte en el control del comercio ilícito se podrá recuperar $10,000 USD en impuestos globales evadidos.
Rafael Camacho Solís
ACTA, México<p>
Initially published in the Alliance Bulletin #69 (July 4)
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