Jueves 23 de octubre de 2008
SEMANARIO BÚSQUEDA
ESTUDIO REALIZADO EN EL HOSPITAL PEREIRA ROSSELL MUESTRA QUE EL CONSUMO DE TABACO EN MUJERES EMBARAZADAS AUMENTÓ EN LOS DOS ÚLTIMOS AÑOS
Ambientes libres de humo no existen para las pobres
Que las mujeres embarazadas que se atienden en el Hospital Pereira Rossell fuman —y mucho— es posible comprobarlo con apenas un recorrido por la mayor maternidad del país, donde nacen cerca de 9 mil niños por año. Colillas de cigarrillos se acumulan en el piso o en los recipientes apostados a la entrada del edificio principal. Muchas futuras madres salen del control médico con un cigarro en la mano e incluso, alguna que otra deja al recién nacido en su cuna y, vestida con un camisón y un abrigo por encima, sale a fumar al exterior.
Un estudio sobre "Consumo de sustancias psicoactivas durante el embarazo" efectuado en ese centro de salud que será divulgado el próximo lunes 27 en ese centro hospitalario, muestra que el consumo de tabaco aumentó en los dos últimos años. En 2008, casi cinco de cada diez mujeres (48,8%) de 15 a 45 años, que tuvieron su parto entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre de 2007 admitieron en una encuesta fumar durante toda la gravidez. Estos datos coinciden con análisis biológicos de mecoño y de cordón umbilical que se procesaron en el laboratorio US Testing Laboratory de Chicago, Illinois.
En 2005, la primera versión de esa pesquisa, registró una prevalencia de consumo de 42%
Las cifras halladas en 2007 en el Pereira Rossell son asimismo superiores a las que consigna el Observatorio Nacional de Drogas, dependiente de la Junta Nacional de Drogas que muestra que en los últimos 12 meses, el 41,0% de las mujeres de niveles socio económicos bajos, de 15 a 45 años fumaron.
El estudio fue efectuado por la doctora Raquel Magri, neonatóloga, pediatra y ex directora regional del Programa de Drogas de las Naciones Unidas y la psicóloga y psicóloga social Mónica Suárez, a cargo de la dirección operativa de las encuestas de campo. Participaron también el profesor de Neonatología, el doctor Raul Bustos, los médicos Mario Moraes, Pablo Bolioli, las médicas Carolina Osta, Nélida Montano y las obstetras Natalie Canobra y Carmen Romero.
Además del consumo de tabaco, el grupo evaluó otras drogas lícitas e ilícitas como alcohol, cafeína, anfetaminas, psicofármacos, cocaína, pasta base cuyos datos aún no terminaron de ser procesados.
"Para nosotros el consumo de drogas durante el embarazo, cualquiera de ellas, lícitas e ilícitas tienen un efecto negativo sobre los recién nacidos que dura toda la vida; son los costos más importantes que tienen las drogas. Entre ellos, el recién nacido nace con bajo peso, lo cual multiplica la enfermedad y la muerte, entre las enfermedades, las malformaciones que requieren tratamiento quirúrgico, alteraciones cognitivas y de comportamiento, de la inteligencia, la motricidad. El alcohol produce alteraciones a nivel cerebral, malformaciones cardíacas, de la cara y los miembros. La cocaína, la pasta base y el tabaco tienen efectos sobre la pared abdominal. Se ha visto en los últimos años un aumento en la falla en la pared abdominal (gastrosquisis) por la cual los intestinos salen hacia afuera", informó a Búsqueda la doctora Raquel Magri.
En algunas drogas, como la cafeína, el tabaco, la cocaína y la pasta base los efectos son sobre la placenta; son vasocontrictoras por lo que disminuyen el aporte de oxígeno, agregó.
l La pesquisa. El estudio realizado en el Pereira Rossell partió de un censo que se inició el jueves 15 de noviembre a las 8 de la mañana hasta el 15 de diciembre. Se encuestó a todas las mujeres que tuvieron su parto en ese período, antes del alta, explicó la psicóloga Mónica Suárez.
Además de la encuesta personal a las madres se recvogieron muestras de mecoño y de cordón umbilical que debidamente almacenadas a temperaturas inferiores a los 20 grados fueron enviadas para su procesamiento al US Testing Laboratory, de Illinois, Estados Unidos. El estudio de 2005 se hizo en la Universidad de Toronto.
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El consumo del tabaco y otras drogas está ligado a la información que reciben las madres del equipo de salud o de la comunidad. Es preciso explicar con lenguaje adecuado cuáles son los efectos que produce
Macri recordó que para estudiar el consumo de sustancias adictivas se puede analizar también el pelo del bebé (muchas veces insuficiente porque nacen con poco cabello), el pelo materno. No obstante, si el cabello está teñido no sirve y, en el Pereira Rossell de cada cuatro madres tres se tiñen el pelo. Del mismo modo, se puede analizar las uñas del bebé o de la madre pero la pintura es un impedimento adicional.
La orina o sangre del niño registran apenas las últimas horas de consumo. Dado que se quería saber y conocer el consumo durante el embarazo y eso solo lo da el mecoño (de difícil recolección y muy caro de conservación) y el cordón umbilical que es fácil de recolección.
En 93,7 % de los casos hubo coincidencia entre lo respondido en la encuesta y los resultados de las pruebas biológicas.
El número de partos registrados en el período estudiado fue de 605. La cifra efectiva de mujeres censadas fue de 565 (la diferencia obedece a traslados, internaciones en CTI, altas, pacientes no ubicadas)Puérperas de 15 a 45 años con consentimiento informado y firmado.
La edad promedio fue de 25,35 años. Las censadas de15 a 25 años representó el 58,3%, de 26 a 35, 34,4% y de 36 a 45 el 7,4%
Al preguntar sobre el nivel de educación más alto alcanzado se observó que 9,8% tenían escuela primaria incompleta; primaria completa 35,7%; secundaria incompleta 48,2%, secundaria completa 3,9%; universidad incompleta 1,5%, universidad completa 0,4%.
En relación a la situación actual de la pareja, el 68,5% eran unidas y juntadas ; solteras 17,7% (madres solas), casadas 10,9%, separadas 2,0%, divorciadas 0,6%, viudas 0,4%.
Al calificar el nivel socio económico, 3% pertenencía a la franja media típica 3%; 69, 5% a la baja superior y 27,5% a la baja inferior.
Las amas de casa representaban el 67% de las encuestadas; 14,3 % trabajan y 13,3% son desocupadas. Sólo son jefas de hogar el 7,1%,
Respecto a la ocupación del jefe de hogar de acuerdo con parámetros internacionales, los mayores porcentajes se encontraban en la categoría de trabajadores calificados que trabajan por su cuenta; agricultura, pesca, modista, mecánicos, plomeros, operarios , artesanos, chofer , peluquero, (26,7%) con nivel económico bajo superior.
Un porcentaje considerable (37,9%) eran trabajadores no calificados: peón de limpieza, sereno, cadete, empleada doméstica, trabajador inestable, vendedor ambulante. Y, 23,3% se ubicaban en beneficiarios de plan de emergencia, hurgadores, cuidacoches, changas.
Según las expertas consultadas "esta porción de la población, junto con el porcentaje de amas de casa no forman parte de los grupos poblacionales que están en los ambientes libres de humo".
Consumo. De acuerdo con la encuesta además de 48,8% de consumo de tabaco durante todo el embarazo., se verificó 68,8%, de alcohol; 17,2% de tranquilizantes y antidepresivos, 1,4% de marihuana, 0,2% de cocaína, 1,2% de pasta base y 0% de anfetaminas.
Durante todo el embarazo fumaron 30,5% de las mujeres; sólo en los tres primeros meses 16,8% y sólo en los 6 últimos meses 1,5%.
No fumaron 51,2%. De ellas, 63% comparten lugares con personas fumadoras en el hogar y 84% de las madres que fumaron en el embarazo, además viven con personas fumadoras y reciben el llamado humo de segunda mano.
Para las expertas consultadas El embarazo no deseado, el alcoholismo y drogadicción propia y de la pareja pueden incrementar el estrés e incidir en un mayor consumo de cigarrillos
En relación a la cantidad de cigarrillos que fuman las mujeres durante el embarazo de las que fumaron durante toda la gestación, 43% fumó de uno a cinco cigarrillos diarios; 30,4% de 6 a 10; 20,9% de 11 a 20 y 5,7% más de 20 cigarros diarios.
Entre las que fumaron solo los tres primeros meses, 44% fumó de uno a 5 cigarrillos; 22,3 % de 6 a 10, 29,2% de 11 a 20, y 4,5% más de 20.
El mayor aumento de consumo se verificó en las mujeres que fuman de 11 a 20 cigarrillos. Mientras en 2005 consumían esa cantidad 18,8% de las embarazadas y puérperas en 2007 lo hicieron el 23,3%
Consultadas respecto a qué explicaciones dan para este incremento de consumo de tabaco en el marco de una legislación cada vez más restrictiva tanto Macri como Suárez argumentaron que para la gente ubicada en niveles socioecxonómicos bajos no existen los ambientes libres de humo de tabaco.
"Los ambientes libres de humo son aquellos donde la gente trabaja o vive. En los niveles socioeconómicos bajos los ambientes libres de humo no viven ni trabajan, trabajan en situaciones muy informales, pueden ser empleadas domésticas a quienes se les permite fumar, llegan a la casa y fuman al igual que sus parejas. No están captadas por el ambiente libre de humo", sostuvo Macri.
En el mismo sentido llamaron la atención sobre la ineficacia de las campañas publicitarias que instan a dejar de fumar. Su lenguaje es inadecuado para esta franja poblacional y no se tienen en cuenta las diferencias culturales y de vida de los destinatarios.
" Las campañas son acciones que deberían ser lo más individualizadas posibles. Una ación contra las drogas no puede ser tan homogénea. Somos todos diferentes. No somos iguales los de Montevideo, Rivera o Tacuarembó. Tampoco iguales los de distintos barrios y estratos socio económicos, las mujeres y los niños, distintas edades. Las campañas debieran contemplar las distintas situaciones", destacó Magri.
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